Llegaba la novedosa y esperada etapa maratón de más de 800km, a realizar en dos días, y en la cual no habría asistencia mecánica. Tampoco habría campamento, escogiendo cada equipo, a lo largo de un tramo de unos 60 km delimitado por dos CP, el lugar donde pasar la noche.
Empezamos la etapa en segunda posición de la general, a tan sólo 1 punto del primero. El hecho de estar entre los primeros clasificados nos estaba afectando, contagiándonos de la picardía de otros, como podréis comprobar si seguís leyendo.
El primer día de la etapa maratón era el importante y decisivo porque se realizaba la prueba de orientación. Antes debíamos hacer un tramo de enlace por carretera, pasando por Zagora. En ese tramo de enlace venían marcadas dos gasolineras, una nada más salir y tocando a la carretera por la que veníamos, y la otra ya en Zagora, alejada 500 metros de la rotonda por la que debíamos seguir. Por nuestros problemas con el tubo de llenado, la mejor opción era repostar en la segunda, pero no queríamos recorrer ese kilómetro extra yendo y viniendo, así que con jerry can en mano me dispuse a andar hacia la estación de servicio, cuando apareció mi amigo con su “taximobylette”. Hicimos dos viajes en el aparato para llenar depósito y el mismo jerry can, además de comprar el pan para la cena.
Después de ir de compras por Zagora, llegaba la prueba de orientación. La prueba se desarrollaba en una gran llanura con zonas blandas, en la que debíamos encontrar dos balizas, basándonos en rumbos y distancias. A diferencia del año anterior, la prueba tenía un tiempo límite, 35 minutos para los 4x4 y 45 minutos para los 4x2. Sabíamos que era una prueba difícil y decisiva, si salía mal se acababa la presión de estar delante, algo bueno, y si salía bien pues a seguir con cabeza. Con la primera baliza nos hubiéramos chocado, pero a falta de pocos metros no la veíamos y es que estaba bien escoltada entre dos pandas, uno de ellos los hasta entonces líderes de la carrera. La segunda baliza no se veía tanto, llegamos a ella y mientras uno de nosotros disimuladamente grapaba, el otro comprobaba un imaginario pinchazo de rueda ¡vaya par de "mamoncetes" pícaros nos habíamos vuelto! Salimos tan rápido de allí que casi fue por intuición, no comprobando detenidamente el rumbo que llevaba al CP de salida, y llegando algo desviados. ¡Prueba superada!
Tras la prueba de orientación, quedaban bastantes kilómetros de pistas con “toulé ondulé”, un paso arenoso, piedras y una gran pista principal, a tramos cortada, que debíamos ir sorteando. Fue entonces cuando tuvimos algún problema, el coche al bajar de revoluciones se ahogaba, calándose. Hubo un momento en el que no arrancaba y tuvimos que empujar para ponerlo en marcha. Decidimos no parar hasta el CP, sorteando todos los pasos sin dejar caer el coche de vueltas, eso acabó siendo una locura pues pasábamos por las zonas complicadas con piedras algo rápido. Llegamos al CP, faltando algo más de una hora para que lo cerraran. Allí levantamos el capó y cambiamos el filtro de gasolina, no resultando ser ese el problema. Era nuestro momento “¡Carlos, por Dios!” Hasta que un compañero pandaraider nos echó una mano, percatándose que el problema era la palometa del aire, estaba clavada.
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Solucionado el problema, comimos, y reemprendimos la marcha, junto con nuestros amiguetes del team Panderol y con Juan Luís&Vicente. Estos últimos habían tenido problemas con una llanta y llegaron al control horario por los pelos, se acercaron tan rápido que por un momento pensamos que no paraban, que no habían visto el CP. Juntos hicimos unos 40 kilómetros, antes de que anocheciera y formásemos un campamento improvisado cerca de unos árboles. La noche estuvo entretenida, con una cena en buena compañía y como techo las estrellas, con un buen fuego y con nuestros compañeros los universitarios reparando allí mismo el agujero que habían hecho en la caja de cambios.
Salió el sol en nuestro campamento y partimos hacia el próximo CP, que abría a las 7h. Después venían unos cuantos kilómetros de pistas para meternos en carretera, bordeando la costa, hasta Essaouira.
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Una baca con vaca.
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